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Si eres de esas personas a las que no les interesa la movilidad eléctrica esta publicación no te va a interesar. Eso sí, si eres de los que apuesta por un futuro mejor, por beneficiar la salud de todos -y también del planeta- y conducir sin contaminar, te explicamos todas las claves para cargar tu coche eléctrico.
La apuesta por el futuro es cosa de Volvo. La marca siempre ha querido estar en la vanguardia de la movilidad y, como no podía ser de otra forma, su apuesta por los motores electrificados ya hace tiempo que es una realidad entre las opciones de la marca sueca.
Puedes llamarlo como quieras pero los modelos cuyo motor funciona completamente con energía eléctrica son capaces de circular sin ruidos y sin emisiones. Funcionan a través de una batería de alta tensión y doble motor eléctrico.
Como la canción “un ratito a pie y otro caminando”. En este caso “un ratito en eléctrico y otro a combustión”. Los vehículos híbridos están compuestos por dos motores, uno eléctrico y otro de combustión y puedes conducir exclusivamente en uno de los dos modos o empleando, a la vez, ambos motores.
Puedes recargar la batería de tu coche en casa o en los cargadores que hay instalados en las calles de las principales ciudades -cada vez más frecuentes-. Decidirte por un coche totalmente eléctrico o híbrido dependerá, en gran parte, del acceso que tengas a estos cargadores.
Si tienes una plaza privada de parking o un garaje donde puedes instalar un cargador, no te lo pienses más. Si a diario puedes encajar tus rutinas de trabajo y vida personal con la carga del vehículo, la mejor opción para ti es un coche totalmente eléctrico (siempre contemplando la autonomía que necesitas a diario, claro).
Si por lo contrario dependes de cargar tu vehículo en las plazas de estacionamiento público, en algunos parkings o bien en el supermercado o el gimnasio, la opción que mejor encaja contigo es la híbrida. Te permitirá hacer tu vida normal sin tener que depender de la corriente eléctrica al 100%.
Elegir un coche u otro también dependerá de cómo organizas tu día a día.
Con un vehículo eléctrico los harás todos y solo cargarás algunas veces por semana. A diferencia de un híbrido que, muy probablemente, requiera carga a diario.
Si tus recorridos diarios son más amplios es probable que con un vehículo eléctrico tengas que cargar una vez hayas llegado a tu destino mientras que con el híbrido podrías ir y volver con la combinación de ambas energías.
Para recorridos mucho más amplios, si vas con un coche totalmente eléctrico deberás planificar bien las distancias y los “pit stop” para recargar baterías. Por lo contrario, un híbrido te ofrecerá más libertad de movimiento ya que no requiere de una planificación de recarga previa.
Sea como sea tu vehículo debes saber que, a día de hoy, la movilidad eléctrica no es inmediata. Aunque existen cargas más o menos rápidas, los vehículos híbridos y full electric requieren de planificación para cargar, ahorrar y cuidar del planeta.
¿Te apuntas a la movilidad del futuro?
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